El pollo ecológico ha sido criado siguiendo prácticas agrícolas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. En la producción ecológica de pollos, se evitan o limitan el uso de pesticidas, herbicidas y antibióticos, y se prioriza el bienestar animal, permitiendo que los pollos tengan acceso a espacios al aire libre y se alimenten con dietas orgánicas.